De verdad y por favor ¡NUNCA TE FALLES!
El juzgar y el juzgarte puede ser que nunca termine, si así tu lo permites. Antes de comenzar a juzgar entremos en la definición de lo que está mal y de lo que está bien.
¿Qué estÁ mal y Qué estÁ bien?
Un tema de nunca acabar, ya que depende de muchos factores, desde la educación que recibimos en nuestro núcleo familiar, de nuestro entorno, de nuestros valores, de nuestras creencias y de un sin fin de factores que podemos seguir enlistando.
Entendiendo que cada cabeza es un mundo y que todos somos únicos y pensamos diferente, en cada una de las organizaciones, países y/o espacios donde exista una convivencia se han implementado reglamentos, políticas, normas, etc., con el objetivo de establecer lo que está permitido dentro de esos espacios.
El ¡nunca te falles! nace de la influencia de nuestro entorno sobre las decisiones que tomamos y las acciones que emprendemos. A veces estamos convencidos de llevar a cabo esas ideas, planes, acciones; y, por no querer ser juzgados por nuestros amigos, familiares o por la sociedad, las descartamos, aunque nuestro corazón (intuición) nos indique que deberíamos ejecutarlos.
¡Nunca, nunca te falles!
Mientras que tu idea, plan o acción que estás a punto de realizar no perjudique física, emocional o mentalmente a un tercero, permítete ponerte en acción. Recuerda estar alerta para identificar cuando quieran manipularte.
¡Eres un ser libre, permite que la intuición de tu corazón defina tu camino, ese camino al que llamamos vida!
Tania Olivier
